Líderes de medios y el periodismo hablaron sobre los retos para el cubrimiento de las noticias relacionadas con la conflictividad

 En el Encuentro Internacional para la Prevención y la Transformación de la Conflictividad Social se resaltó la importancia de que los comunicadores conozcan las realidades de los territorios y tengan una mejor cercanía con las audiencias. También se habló sobre que no puede haber neutralidad ante los hechos de violencia durante los conflictos. 

 

Informar a partir de la ética y el conocimiento de los territorios para entender su diversidad y sus conflictos, son dos de los retos que tienen los periodistas en la actualidad cuando se habla de cubrir las noticias sobre conflictividad. Durante el panel ‘Los Retos del cubrimiento periodístico en los conflictos sociales: Imparcialidad, neutralidad e independencia’, en el Encuentro Internacional para la Prevención y la Transformación de la Conflictividad Social, se dieron a conocer opiniones de líderes de medios de comunicación como Andrés Mompotes Lemos, Director General en El Tiempo Casa Editorial, quien afirmó que se debe “garantizar que la información de los medios permita el entendimiento y eso no es fácil porque la conflictividad tiene detrás una serie de causas”.

Para Mompotes, “se requieren tiempos, escuchar y analizar y los periodistas están en muchas ocasiones con retos del más rápido. Hay que tener pausas para poder lograr la contextualización de las voces. Suele pasar que abordar el conflicto es darles espacio a todas las voces, eso es necesario; pero no se resuelve así, es necesario ver cómo aportar a las soluciones del conflicto y eso es más complejo”. Una opinión similar tuvo Juan Lozano, Consejero General de Medios de Comunicación de la Organización Ardila Lülle, quien refirmó la necesidad de que “los medios tenemos una responsabilidad, en nuestras salas de redacción, para que empecemos por comprender el conflicto. Es difícil la transmisión de lo que ocurre en un territorio si nuestros propios periodistas no tienen los elementos para captar la conflictividad social.

Y ese es un proceso que toma tiempo y requiere de especialización”. Lozano afirmó que, incluso hablando con los defensores Regionales de la Defensoría del Pueblo, se entiende la especificidad regional de los conflictos. “Aunque hay causas transversales, el periodista que cubre el conflicto no puede ir al Chocó y luego a Arauca porque son diversas las características”, indicó. “La segunda es poder entender en cada escenario cuales cuáles son mposroels de cada uno de los agentes de este conflicto. Cuando la comunidad es libre para expresar verdaderamente la conflictividad que se está viviendo o cuando es presionada o instrumentalizada por algún alcalde o gobernador o por narcotraficantes o guerrilleros. Y eso requiere de mucho coraje y serenidad. Este es un país en el que se deben tomar decisiones editoriales para informar con el suficiente equilibro”.

Jonathan Bock Ruiz, Director de la Fundación para la Libertad de Prensa, FLIP, recordó que en los disturbios más fuertes en Colombia fueron agredidos 330 periodistas y de medios grandes nacionales e internacionales, como comunitarios. En ese sentido, dijo que el reto es saber “cómo conversar con las audiencias, sobre los cambios tecnológicos y la pluralidad como un valor y no censurar unas determinadas voces”. También afirmó Bock Ruiz que a pesar de que se han visto nuevos grupos informativos, como de universidades, muchas regiones del país no cuentan con medios y “hay desiertos informativos, lo cual es algo grave para esa conversación local y comunitaria”. Y para Diego Sánchez, Director de Noticias de Teleantioquia, el principal reto es que las audiencias les crean a los medios regionales.

Neutralidad en el cubrimiento

Por otra parte, el moderador del panel, Alejandro Nató, Coordinador de la Oficina de Gestión de Conflictos de la Defensoría del Pueblo de la Nación Argentina, habló sobre imparcialidad y neutralidad durante el cubrimiento de las noticias de conflictividad.

Lo primero en lo que se estuvo de acuerdo es en que no puede haber neutralidad ante los hechos de violencia durante los conflictos. Para Mompotes “lo que debe haber es un sentido ético de la profesión, como el rechazo a la violencia, una manera de abordar una noticia o un reportaje y ese ejercicio ético nos aproxima a ser independientes, que va del lado del ser humano, de las personas que necesitan salir de un espiral en busca de soluciones”. Y para eso, es importante “hacer un discernimiento de una voz manipulada y una que no, qué tanto despliegue se da a cada voz y esa es una decisión que se da cuando hay una preparación del periodista para ese tipo de retos”. El periodista Diego Sánchez afirmó que “no se puede ser neutral cuando sacamos una información. La neutralidad, la independencia y la imparcialidad no son tan simples y a veces la neutralidad no sirve para nada, porque uno tiene que tomar una posición humana… La neutralidad es una utopía. Para el periodista ser neutral significa tal vez apoyar o no una u otra posición política; pero hay unas situaciones que desdicen de una neutralidad porque primero es la persona”.

Lozano reiteró que “no se puede ser neutral ante la violencia o la violación de los derechos humanos, eso requiere posiciones éticas”.

Para Bock, un reto de los medios para que los conozcan y sepan de su posición es hablarles de los errores o aciertos a las audiencias. Mompotes estuvo de acuerdo en este tema y dijo que cuando las salas de redacción cubren alguna noticia, pueden cometer errores a diario. “Hay audiencias mucho más autónomas y nos exigen credibilidad a diario y con lo que les respondemos es con trabajo, ese mismo que está en el escrutinio diario con las audiencias, que es como un plebiscito diario”, agregó Mompotes. Y, en ese sentido, Mompotes dijo que teniendo a las audiencias pendientes de los medios, lo más importantes es mantener la credibilidad: “un medio de comunicación que pierde la credibilidad, lo pierde todo. Nos mantiene vigentes la capacidad de corregir cuando ocurre un error o si no perdemos la confianza y, al contrario, esa es la que tenemos que construir. Tenemos nuevos retos, como que la gente entienda que somos parte de unos grupos privados; pero que nuestro deber de informar está transparentemente expuesto”.

Además de que informar es un objetivo de los periodistas, dijo Juan Lozano que es un derecho. “El ejercicio del periodismo no es solamente cuando se pide protección para la información, sino que tenemos que ser garantes del derecho ciudadano a estar bien informado. Se debe garantizar el libre ejercicio del periodismo no solo con grandes medios, sino con emisoras comunitarias, periodismo o radial, periodismo ciudadano, porque la tecnología ha permitido denunciar y publicar”. En cuanto a la influencia de los grupos económicos, “existe el conflicto de interés; pero es bueno que el medio diga cuando existe ese conflicto”.

El Director de Noticias de Teleantioquia hizo énfasis en que a pesar de que “a nosotros nos pagan de una entidad del Estado, tengo que decir que en dos años y medio jamás he recibido una presión del Gobernador; aunque sí la tenemos de otros como diputados, alcaldes o concejales”. Precisamente, Bock Ruiz dijo que “algunos toman el periodismo como piñata ideológica que les sirve para sus intereses políticos y terminan rompiendo más. Y hay audiencias que están de acuerdo con que se censure a los medios porque comienzan a repetir esos discursos que tienen un interés político”.

Los obstáculos para el cubrimiento

“Uno de los obstáculos es la imposibilidad de dar contexto y ese informe de 360 grados que cubra de una gran manera el conflicto. También pasa que cuando algunos periodistas se aproximan a temas de la conflictividad puede haber temor, resistencia o estigmas.

También hay dificultad para entender la diversidad de los actores territoriales y en los territorios se incrementa el riesgo en términos de su integridad y de su entendimiento”, dijo por su parte Mompotes. Además, hay retos en cuanto a la información en las redes sociales. “Es un momento crítico para el periodista porque se enfrenta a una realidad que ha salido por redes y que están exacerbando, cuando él busca desentrañarla. Es un reto para ver cómo construimos una ciudadanía digital que tenga unas habilidades para el discernimiento crítico entre la información”, afirmó Mompotes.

En ese sentido, Bock habló de la “necesidad de tener una alfabetización mediática, de llegar a colegios con la capacidad de darles herramientas a las audiencias para ver cómo funcionan los flujos de información y en la recepción y emisión de esa información”. Juan Lozano afirmó que los tiempos han cambiado y del periodista que cargaba sus propios equipos como la cámara o la grabadora, se pasó a que todos tenemos un celular con el que cualquiera puede acceder a una noticia. “La chiva periodística se perdió.

El reto es dar contexto un valor agregado”, agregó. Y para Diego Sánchez, la pandemia dejó otro reto y es que el periodista se salga del escritorio. “Es un cáncer que nos dejó la pandemia, el periodismo de escritorio, el de esperar lo que llega por celular o por zoom, en el que la fuente envía información y no hay cómo preguntar”, concluyó Sánchez.